martes, 19 de mayo de 2015

[Reseña] Shigatsu wa Kimi no Uso



Arima Kosei es un prodigio del piano, y cualquier niño músico del mundo conoce su nombre, pero cuando su madre y también maestra fallece, se desmorona en mitad de un recital y desde ese momento es completamente incapaz de escuchar el sonido de su piano aunque no tenga problemas de oído. Dos años después, Kosei sigue sin tocar un piano y ve el mundo como algo monótono, sin color. Se conformaba con llevar una vida tranquila junto a sus amigos Tsubaki y Watari, al menos hasta que una chica lo cambia todo. Miyazono Kaori es una chica muy guapa y una gran violinista cuyo carácter queda reflejado en su modo de tocar. Kaori ayudará a Kosei a volver al mundo de la música y a romper con la rígida estructura musical que Kosei ha tenido siempre presente en su vida.



Creado por: Naoshi Arakawa
Director: Kyōhei Ishiguro
Estudio: A-1 Pictures
Música por: Masaru Yokoyama
Fechas de emisión: 09.10.14 ~ 19.03.15
Episodios: 24

Tengo que admitirlo: la primera vez que leí la sinopsis mi cabeza dijo “¡NO!”, pero mi corazón dijo “Venga, el dibujo es precioso y no tienes otra cosa mejor que hacer”.

Así que conseguí los 24 capítulos del tirón y empecé a verla no muy convencida.

En el primer capítulo la serie me dio un tortazo en la cara, literalmente. El dibujo es completamente exquisito, la tonalidad que usan es bellísima y los personajes te dejan entrever que van a tener mucho trasfondo.

El protagonista, Arima, se nos presenta como un muchacho tímido y patoso con los deportes que parece pasar el día pegado al piano de la escuela. Tsubaki es su mejor amiga de toda la vida, una loca aficionada al deporte (béisbol, más concretamente). Watari es el capitán del equipo de fútbol que tiene locas a las chicas. 
Hasta aquí todo parece bien y normal. Luego te das cuenta de que Arima, aunque sigue siendo tímido y patoso, no puede tocar el piano, Tsubaki no es tan dura como parece y Watari es mucho mejor amigo de lo que cabría esperar (y un amante penoso).

A este curioso trío se les une Kaori, una violinista realmente preciosa que parece estar más allí que aquí la mayoría del tiempo. Ella es compañera de clase de Tsubaki y le pide que le presente a Watari, puesto que está enamorada de él. Así que Tsubaki, le pide a Arima que les acompañe como el 'amigo A', es decir, el mirón.

Arima llega el primero a la cita y, tras encontrar unos misteriosos leggings perdidos por ahí, una música le atrae y se acerca hasta un pequeño parque, donde Kaori está tocando una especie de flauta-piano (perdonad mi ignorancia instrumental, pero es la primera vez que veía ese cacharro) descalza y en lo alto de una atracción del parquecito. 
"En cuanto lo conocí, mi vida cambió. Lo que veía, lo que escuchaba, lo que sentía... Todo comenzó a cobrar color. ¡El mundo empezó a brillar!"
Ay Arima, Arima. Se te ve el plumero desde el primer momento. A partir de aquí todo es un tira y afloja entre Kaori y Arima. Ella les arrastra hasta su participación en un concurso de violín, donde descubrimos que la chica hace lo que le viene en gana con las partituras y Arima queda más prendado de Kao-chan. Después ella le pide que toque su acompañamiento en la siguiente ronda del concurso y él se niega y se niega hasta el mismo día que tienen que tocar.


Entre medias podemos ver la lucha de Arima con el piano. Su problema es que empieza tocando bien, pero después se bloquea y deja de oír la melodía que produce, como si se estuviese hundiendo en el fondo del océano. Todo esto está provocado por un pequeño trauma infantil que Kosei arrastra desde que se murió su madre. Ella tocaba el piano pero cae enferma, así que Arima, que resulta ser un genio, empieza a tocar. La señora le exige cada vez más, nunca está conforme, le pega cuando no toca bien y más adelante se descubre que tienen una pequeña discusión el día antes de que ella muera. Arima tiene visiones de su madre cada vez que toca el piano y por esta razón, acaba aterrado sin poder tocar.

Pero logra tocar con Kaori - tras algún que otro altibajo - y finalmente él acaba apuntado a un concurso de piano. Allí vuelve a encontrarse con viejos rivales - que él no conocía -: Takeshi Aiza y Emi Igawa. Éstos tienen una mezcla de amor/odio por Kosei, que de pequeño le importaba un pimiento quien más participase y ahora se da cuenta de que ambos tocan con la intención de superarle.

Esto es algo muy utilizado en el anime: todo el mundo acaba sí o sí influenciado por la música de Arima (incluso la hermana pequeña de Aiza, que aparece de pronto y se gana un puesto en la serie).

Y entre pianos y violines, Arima que no sabe si tocar o no tocar, o cómo tocar sin hundirse, o como salir una vez se ha hundido... se masca la tragedia. Porque hay que ser muy despistado para no darse cuenta de que algo rarito pasa con Kaori. Así que finalmente el punto de inflexión de la serie llega cuando esto se desvela.

Hasta aquí llegará mi resumen de la serie. Ahora hablaré sobre los personajes.

Arima crece durante la serie, pero también decrece. Él dice que Kaori es como una montaña rusa, pero también llega a decir en algún momento: "Mi corazón es un caos". Y es que amigos, Kosei es uno de los personajes menos planos con los que me he encontrado. Él se enamora locamente de Kaori y tiene dudas. Tiene muchas dudas. Duda sobre absolutamente todo. Es inseguro pero es valiente. Es un personaje digno de estudiar a fondo y me alegra que le dejen superar algunos de sus miedos.
"Solo por el hecho de mirar el mismo cielo que tú, el paisaje de siempre se ve distinto. Cada una de tus acciones hace que mi corazón toque una melodía que incluye tristeza y felicidad. ¿Cómo se llamaba esta sensación? ¿Cómo se llamaba este sentimiento? Probablemente se llame amor. Seguro que se llama amor."
A Kaori no la entiendo. Bueno, miento. Después de ver el último episodio la entendí. Y lloré porque la entendía. Aunque pueda parecer al revés, su personaje no es tan profundo ni complejo como Arima. Kaori es un reflejo de lo que significa aferrarse a la vida con uñas y dientes, simplemente eso.
Aunque sea penoso, aunque sea en vano. Resistiré... resistiré y resistiré. ¡Resistiré todo lo que pueda! Soy como todos ellos.
Tsubaki es ese personaje secundario que todo el mundo ama porque es genial, grita mucho, da mal al personaje principal y es adorable. Me he enfadado mucho con ella durante la serie, aunque la entienda. Ella también duda, no es tan fuerte como nos hace creer desde un principio y al final ocurre lo que todos estábamos viendo. Quiero creer que en la historia no escrita de este anime, hay un final feliz para Tsubaki.

Finalmente hablaré de Watari. ¿Sabéis? No llego a comprender del todo su personaje. El chico es un casanova, hace mucho caso a Kaori pero queda con otras chicas y entre medias, le da consejos sobre mujeres al pobre Arima que está a las once. Pero no he llegado a saber si también está enamorado de Kaori o hace de Celestino capullo. No creo que sea prescindible, pero me habría gustado ver algo más sobre Watari, porque a penas le dan importancia.

En general, y creo que voy a repetirme, el anime es precioso. La historia no es una gran sorpresa, pero tiene el equilibrio perfecto entre comedia y angst. Aparte de unos diálogos dignos de una obra maestra. Quizá se echa en falta más desarrollo de algunos personajes. Por ejemplo, no tengo muy claro algo sobre la madre de Kosei. Te la pintan como un monstruo a veces y otras como un ángel. ¿Por qué? ¿Cuál es su verdadero rostro? ¿O son los dos? ¿Era una madre estricta pero amable? Sinceramente mi opinión sobre la madre es mala, por mucho que quisieran maquillarlo todo al final.
Además, tiene los personajes justos (8 a destacar), que tienen relación entre sí - aunque a veces aparecen demasiado de la nada - y no es muy difícil perderse (que es algo que a mí me pasa).


 8 / 10

Sin duda uno de los mejores shoujos que he visto este año.


2 comentarios:

  1. 24 capitulitos por ver, ¡seguiremos atentos a ver qué nos recomiendas!

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  2. Grandiosa reseña, llegamos a pensar lo mismo en varias cosas que otros no comparten.
    “A Kaori no la entiendo. Bueno, miento. Después de ver el último episodio la entendí. Y lloré porque la entendía”
    “No llego a comprender del todo su personaje, me habría gustado ver algo más sobre Watari, porque a penas le dan importancia"
    Esas dos parecen sacadas justo de mi cabeza en el momento en que lo vi.

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